Los medios de pago y la actividad económica mantienen una relación simbiótica: la evolución de los medios de pago ha favorecido históricamente el desarrollo económico, y de igual modo, la evolución de la actividad económica ha provocado la modernización de los medios de pago.
El dinero en efectivo es el medio de pago más frecuente en el mundo, al ser utilizado en un 85% de las transacciones. Sin embargo, pese al aplastante peso del efectivo como medio de pago, se observa una mantenida tendencia a la baja del mismo. Y es en ese 15% de las transacciones distintas del efectivo (9,1% tarjetas de crédito/débito y 4,6% domiciliaciones/transferencias) donde se está produciendo una disrupción que afectará a la totalidad del sistema de medios de pago.